Hay gente que le da mucha importancia y sin embargo para otras su significado es vacío, o ni se dan cuenta de cuanto las necesitamos. Pero realmente la vida está formada de imágenes. Existen desde que los ojos están para contemplarlas.
Pueden servir para lo que uno quiera: Pueden traernos buenos o malos recuerdos, por ejemplo una imagen de nuestra infancia, o de un ser querido. También nos pueden horrorizar, alegrar, o incluso nos podemos obsesionar con ellas, ya que pueden tener su peligro. Las podemos idolatrar, odiar, o sencillamente tenerles indiferencia mientras que para los ojos de otros sean todo lo contrario. Pero una cosa está clara, y es que nos pueden engañar, haciéndonos creer cosas equivocadas sobre ellas, reflejando una perfección que no existe, solo apartándolo en la imagen, o dando una impresión que no es la verdadera.
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